sábado, 2 de junio de 2007

Gobhi Ki Sabji Rajasthani

Que plato más interesante, ¿no? Pues tu gozo en un pozo, porque es coliflor. Estilo Rajasthani, eso sí. He pensado que si la Espe considera Catalunya como el extranjero, pues ya da más o menos igual si pongo una receta catalana por aquí y una hindú por allá, todo es igual de exótico. Esta es muy sencilla (atenta, scout) en realidad su particularidad proviene del extraordinario sabor de la combinación de especias que usan en la India. De hecho lo más complicado del plato puede ser conseguir todos los ingredientes. Un apunte de terminología. Que igual ya lo entiendes así, pero cucharadas se refiere a cucharillas de café, y cucharaditas a las más pequeñas de postre, no me vayas a usar las soperas.

Lo primero que tienes que hacer es hervir una coliflor, escurrirla y reservarla, que es la manera que tienen los cocineros de decir que la dejes por ahí hasta que la vuelvas a necesitar (como han hecho algunas mujeres conmigo, vamos). Mientras se enfría un poquito, que luego te me quemas y dices que la culpa de todo la tienen los catalanes y su Estatut, pelas y cortas en dados una patata. Recupera la coliflor en reserva y córtala en trozos muy pequeños. Calienta un poco de aceite de girasol en una sartén (cuatro cucharadas) y añade comino en grano. En cuanto esté un poquito dorado añade la coliflor, cilantro en polvo, comino en polvo (dos cucharadas de cada) y cúrcuma (una cucharadita, que si no puede dar demasiado color). Sal a tu gusto. Vuelve, tontín/a, no que salgas, que espolvorees sal. Deja cocer unos 5-7 minutos. Añade ahora 2 tomates cortados, tapa y déjalo otros 5-7 minutos. Transcurrido el mencionado periodo de tiempo (que espero que midáis bien, porque la mitad de vosotros tiene el blog sin el reloj en hora...) destapa y deja cocer unos 10-12 minutos más, que se evapore el líquido que haya quedado. Ya casi estás preparado para comerte la verdurita que te has impuesto varias veces por semana para llegar en forma al verano, pero de forma un poco especial, como pedía descolgada.

Para servir, espolvorea con garam masala (una combinación de especias muy típica) y hojas picadas de cilantro fresco. Si todo ha ido bien, los colores de las especias, el rojo del tomate y el verde del cilantro le habrán otorgado una tonalidad variada muy atractiva. Normalmente se come con un pan hindú que ellos consumen a diario llamado chapati, pero me parece que por hoy ya hemos hecho bastante el indio en la cocina.

4 comentarios:

Voluntad dijo...

Qué gran invento para quienes somos vegetarianas/os la comida hindú. Rico, rico, rico.

Maripuchi dijo...

Te aseguro que la pienso hacer.... y ya te contaré ...

Antonio Parra dijo...

Sigamos haciendo el indio con una leve aportación: veo que garib no os ha dado la receta del chapati, que es fundamental, para comer cocina india. Es fácil, y si te sale mal la primera vez, a la siguiente seguro que te sale mejor




Ingredientes:

3/4 de taza de harina integral de trigo,
1/4 de taza de harina de trigo refinada,
Aceite vegetal,
Agua - ni muy fría ni caliente - y sal.
Método: Este pan indio es la mejor manera de a) no engordar y b) asegurarse una buena digestión. Si os encontráis a gusto haciéndolo, os propongo que dejéis para siempre el pan convencional, que tantos disgustos nos dan a) a los que queremos tener buen tipo y b) a los que tienen digestiones difíciles. Eso sí, hay que comerlo inmediatamente después de cocinarlo, pero se hace muy rápido.

Mezclar las harinas en un recipiente ancho y añadir un poco de aceite. Remover bien y añadir un poco de agua hasta formar una masa medianamente blanda. Amasar suavemente con las manos untadas de aceite.

Formar con la masa pequeños bollitos del tamaño de una nuez y estirarlos con el rodillo hasta conseguir que sean lo más finos posible, manteniendo la forma circular en la medida de lo posible (en la India, utilizan una plataforma redonda llamada adni y una especie de rodillo llamado lodhi tavo).

Precalentar una sartén ancha y antiadherente, y mantener a fuego medio. Con cuidado de que no se rompa y utilizando para ello las manos si es necesario, poner el chapati en la sartén y dejar que se formen unas pequeñas burbujas en su superficie. Darle inmediatamente la vuelta y cocinar hasta que aparezcan unos pequeños puntos tostados en su superficie. Retirar la sartén del fuego. Sujetar el chapati con la mano o con unas pinzas de cocina y ponerlo directamente sobre el fuego, por el lado que hemos cocinado primero. En este momento, el chapati debería inflarse con el calor. Darle la vuelta y dejar el otro lado sobre el fuego solamente durante un momento. Ponerlo en un plato y untarlo con un poco de aceite. A medida que se van haciendo, poner los chapatis uno encima de otro, para que conserven el calor.

¡Ánimo! ¡Es cuestión de práctica!

Scout Finch dijo...

Que sepas que he estado muy atenta y que, a lo mejor, algún día me atrevo con la coliflor a la hindú. Y si además no sabe a coliflor, pues mejor que mejor.

(Estás hecho un cocinillas)