El nombre del plato "manda huevos", pero es de lo más refrescante que se puede tomar con los calores que se avecinan. Este plato practicamenete ha desaparecido del panorama gastronómico extremeño, pero aún sigue vigente el receetario de cocina histórica extremeña.
INGREDIENTES: Agua, Aceite, Vinagre, Sal, Ajo, Pan.
ELABORACION: Tuvo su origen en la "macarraca", plato desprovisto de todo artificio, que se tomaba a media mañana en los días calurosos y que se hacía sobre el terreno, bien en el tajo del segador o en hato del pastor, ya que unos y otros llevaban consigo los ingredientes: agua fresca en un barril de barro de Salvatierra, aceite, vinagre, sal, ajo en aceiteros y saleros de astas de buey y pan, que al ser integral y de trigo duro, se conservaba durante muchos días en costales de lona. Sólo había que majar en el "dornillo" o cuenco de encina el ajo, el pan y abundante aceite. Se le añadía el vinagre, la sal y el agua y... a comer. A veces, se migaban con "sopones", es decir, con trozos de pan gruesos. Se acompañaba de algún racimo de uvas o aceitunas. Téngase en cuenta que su misión era refrescar, pero sin llenar en demasía, pues había que continuar la faena. Más tarde, se suprimió parte del agua, quedóse una pasta clarita a la que se incorporó un abundante picado (nunca majado ) de tomates, pimientos y cebolla. Éste es el actual Cojondongo que sigue cumpliendo su primitiva misión: refrescar. Pero al llevar un buen aporte vitamínico, se toma sin acompañamiento, más bien como entrada de una comida seria.
ELABORACION: Tuvo su origen en la "macarraca", plato desprovisto de todo artificio, que se tomaba a media mañana en los días calurosos y que se hacía sobre el terreno, bien en el tajo del segador o en hato del pastor, ya que unos y otros llevaban consigo los ingredientes: agua fresca en un barril de barro de Salvatierra, aceite, vinagre, sal, ajo en aceiteros y saleros de astas de buey y pan, que al ser integral y de trigo duro, se conservaba durante muchos días en costales de lona. Sólo había que majar en el "dornillo" o cuenco de encina el ajo, el pan y abundante aceite. Se le añadía el vinagre, la sal y el agua y... a comer. A veces, se migaban con "sopones", es decir, con trozos de pan gruesos. Se acompañaba de algún racimo de uvas o aceitunas. Téngase en cuenta que su misión era refrescar, pero sin llenar en demasía, pues había que continuar la faena. Más tarde, se suprimió parte del agua, quedóse una pasta clarita a la que se incorporó un abundante picado (nunca majado ) de tomates, pimientos y cebolla. Éste es el actual Cojondongo que sigue cumpliendo su primitiva misión: refrescar. Pero al llevar un buen aporte vitamínico, se toma sin acompañamiento, más bien como entrada de una comida seria.
1 comentario:
Este plato es una especie de gazpacho. En Cartagena comíamos un plato muy parecido, con menos pan, pero con algo de pepino troceado y muy poco tomate. Pero ya nadie lo recuerda.
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