Al final Garib me ha convencido de apuntarme a la aventura de la cocina. Mi repertorio de recetas es muy corto. Os cuento: todo tipo de pasta con tomate, ensaladas, filetes a la plancha, torrades quemaditas (je je) y… ya está. Una vez hice canelones y la bechamel me salió tan mala que los tuve que tirar. Lo de la cocina no es lo mío.
Me he estado rompiendo el coco un ratito pensando en qué podía aportar a este blog tan alimenticio que no fuesen los típicos macarrones con tomate y me he acordado de una receta que le vi hacer a una de mis mejores amigas un día que comí en su casa, y me pareció muy fácil. De hecho, es tan sencilla que lo intenté yo sola ¡¡y me salió!! Ja ja ja. Por eso le he puesto su nombre a la receta: filetes de pollo de mi amiga Maite.
Se necesitan los siguientes ingredientes para cuatro personas:
- Filetes de pollo (uno o dos por comensal, dependiendo del hambre que tengáis y de si es plato único o no)
- Champiñones (pueden ser frescos, pero no crudos, o de lata. Si son de lata, con una de las pequeñas es suficiente. Además, como están ya hechos, la receta se hace mucho más rápidamente)
- Una cajita pequeña de nata para cocinar
- Tranchetes (podéis echar uno o dos por comensal. Muchos más no, que se espesa mucho la salsa. Es mejor que uséis tranchetes en vez de otro queso porque se funden muy bien y se ligan enseguida con la salsa)
Elaboración:
Se hacen los filetes de pollo (en una sartén mejor que en la plancha) con muy poquito aceite. Se sacan, se apartan y en la misma sartén se echan los champiñones y se remueven un ratito para que cojan el saborcillo del aceite que ha quedado. Después se echa la nata y se remueve otro ratito. Por último, añadimos los tranchetes y removemos bien para que se fundan rápidamente. Os quedará una salsa un poquito espesa que tenéis que echar a los filetes de pollo que hemos apartado y ¡voilà! ya tenéis una receta bien rica y rápida de hacer. Eso sí, no es para comerla todos los días, que la nata engorda mucho.
Importante:
La salsa hay que hacerla en el momento de servir la comida porque si no se queda muy espesa y no está tan buena.
Espero que os guste. Yo voy a ver si pillo a mi madre por banda y le saco algún secreto familiar. De cocina, claro.
¡Ah! Se me olvidaba. Esta receta está dedicada a Garib, por dejarme quemar las torrades.
jueves, 10 de mayo de 2007
Filetes de pollo de mi amiga Maite
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9 comentarios:
Chica, pues qué quieres que te diga, ésto huele que alimenta.
Besotes!
PD.- Lo de la cocina es cuestión de práctica. Mis primeras bechameles eran asquerosas y ahora me salen bastante decentes...
Cuando no te quede más remedio....
Eso dice mi madre, que cuando no me quede más remedio ya aprenderé. El problema es que, con lo vaga que soy yo para esto de la cocina, soy capaz de sobrevivir a base de pasta y macarrrones con tal de no tener que cocinar más de la cuenta.
¡Besos!
Bien por animarte, sigo diciendo que me encantan las cosas sencillitas (sin menospreciar otras más elaboradas que se han ido proponiendo, claro) y gracias por la dedicatoria. Pero no sé si casi mejor pedirte que me presentes a Maite.
(menuda publicidad de los tranchetes, jajaja)
maripuchi, el secreto de las bechameles decentes es llevarlas a las manifestaciones del PP. Así serán decentes y normales.
Estoy haciendo un curso de cocina hindú, igual cae algo.
Yo te presento a mi amiga pero te advierto que está casada y tiene una niña de 7 meses, así que no empieces a fantasear.
;-)
Esto me parece unos escalopines al Cabrales 'de capital'... ;)
Tiene buena pinta, la verdad.
No te apures, ya somos dos en este blog que no tenemos ni p... idea de cocinar...
scout, que mala fama que me das, pero ¿es enfermera o azafata?
Me parece que puedes aprovechar el blog como excusa para lanzarte a practicar. Si es que al final vamos a hacer algo bueno de ti aunque seas madrileña. Y tú también animal, si te dejan entrar en la cocina y queda algo en la tienda después del cocido del otro día.
Ni azafata ni enfermera. Pedagoga, como tiene que ser.
De momento creo que mi madre no me va a dejar entrar en la cocina después del éxito de los canelones. Además también quemé unas lentejas que mis hermanos me estarán recordando toda la vida.
Querido Garib, te agradezco el esfuerzo tan enorme que estás realizando para hacer de mí una española normal y decente. Aunque no creo que Rajoy aprobase que me juntase con catalanes...
Animal, podemos retitular (creo que no existe esa palabra) la receta: escalopines capitalinos de mi amiga Maite.
Petonets para los dos.
Por cierto, ya he corregido esa enoooorme falta de ortografía (y eso que lo leí cuatro veces antes de publicarlo y otras cuatro después). Si no os distéis cuenta mejor.
¡Ah! Y petonets también para nuestra lesionada. ;-)
Yo la había visto, pero pensaba que en Madriz igual hechabáis la nata.
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